jueves, 31 de mayo de 2012

Café con leche project

He vuelto a cruzar el puente
que nos une y nos separa,
ese que tú me tendiste
como una tela de araña,
el que cruza los ríos
de tu pecho y de tu espalda,
ese que llega al jardín
que nunca acaba.

He trepado las enredaderas
de tu pelo y de tus venas.
He llegado hasta el cielo,
lo he tocado con mis dedos.
He mentido tantas veces,
pero esta vez era cierto.
De las nubes he sacado
hilo para tejer sueños,
sueños que otros vendieron.

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.

Me he arrastrado amaneciendo
como niebla que despierta.
Levitando sobre el agua,
he contado tus pestañas.
Sumergido en tus palabras,
te he escuchado, te he observado.
Y te mueves bajo el agua,
posidonia asustada.

Bailas al son de las olas
y no hay nadie que lo haga como tú.
Yo conozco bien los mares
y no hay nadie en este mundo como tú,
como tú ...

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.

Y esperé tanto tiempo que di con lo inesperado.
Me dejé arrastrar por mareas y corrientes y ahora sé,
sé muy bien, que la noche es sólo para los que sueñan
y entregan su mirada al cielo y a las estrellas.

guess who .. next week

Café con leche project
HoLa!!! next week topic its gonna be a "guess who game"" so
1. choose any queen, king , prince or princess you like..
2 people will have to guess your character asking yes no questions...
ex.
Are you a woman??
are you alive?'
Are you dark hair??
Are you Spanish??
and so on and so forth.

3.
Then try to bring a picture of the person so we will remenber descriptions in Spanish
( try two choose 2 characters) 
See ya next wednesday!! besosss

viernes, 11 de mayo de 2012

music to learn some spanish

Café con leche project
Nacho Vega http://www.youtube.com/watch?v=4xU12NYLj4k
Vetusta Morla http://www.youtube.com/watch?v=N1uTrIJCAOU&feature=related
Los Planetas http://www.youtube.com/watch?v=sbxDhE2wIzs&feature=fvsr
Los Piratas http://www.youtube.com/watch?v=8kdJzE-DOyc
Ivan Ferreiro http://www.youtube.com/watch?v=eXr5wgtKuFY&feature=fvsr
Los Niños Mutantes http://www.youtube.com/watch?v=tVedYnElnaA
Fito y los Fitipaldis http://www.youtube.com/watch?v=TJaHlPmlAWc
Silvio Rodriguez http://www.youtube.com/watch?v=u80ocuvZxmY
Zoehttp://www.youtube.com/watch?v=6W4L2O-JQ-w&feature=related
Macaco http://www.youtube.com/watch?v=WapDhmaiMIo
Manu Chao http://www.youtube.com/watch?v=v2oIqlEkX5s
Quique González http://www.youtube.com/watch?v=g8vlIqU69F4
El Último de la Fila http://www.youtube.com/watch?v=WhheZgDioZA
Manolo García http://www.youtube.com/watch?v=9zdEXRKJSNY
Bunbury http://www.youtube.com/watch?v=WCZnzXx7CDc&ob=av2n
Héroes del Silencio http://www.youtube.com/watch?v=UUT3umr7u2U&ob=av3e
Shakira http://www.youtube.com/watch?v=mqqLoUcLX5I&ob=av3e
El Canto del Loco http://www.youtube.com/watch?v=yLQTzoUbpv8
Love of Lesbian http://www.youtube.com/watch?v=8IItD5Ov3Gk
McEnroe http://www.youtube.com/watch?v=8glIy8ssUmg&feature=artist
Bebe http://youtu.be/lDOo2uskHMA
Dorian http://www.youtube.com/watch?v=Y8Mw-WmLou0
Pereza http://www.youtube.com/watch?v=C0hL4bm89tI
Efecto mariposa http://www.youtube.com/watch?v=_cOg9KiDVWo
Joaquín Sabina http://www.youtube.com/watch?v=lpit8YCjrik
Mana http://www.youtube.com/watch?v=AjOmL_rEu8Q
El Bicho http://www.youtube.com/watch?v=VqNylvr3yeQ&feature=youtu.be
Deluxe http://www.youtube.com/watch?v=SzdZpLc2B-M&ob=av2e
Miguel Bosé http://www.youtube.com/watch?v=sIWq-V2H4V8&ob=av3n
La Unión http://www.youtube.com/watch?v=IPoDgvEpNBc
Mecano http://www.youtube.com/watch?v=k80o4hLnfEM&feature=related
Radio Futura http://www.youtube.com/watch?v=XyivJogUUbI

miércoles, 2 de mayo de 2012

mis personajes historicos

Café con leche project
Albert Einstein y Shakespeare aunque me gustan muchos.. Dali, Blake, Oscar Wilde, Frost, Thoureau...

Tanto si volvemos la vista atrás, a un siglo que será recordado por su voluntad de romper las cadenas clásicas, como si miramos hacia delante, a una época que aspira a alimentar la creatividad necesaria para la innovación científica, una figura destaca como icono supremo de nuestra era, el bondadoso refugiado de la opresión cuya desordenada melena, brillantes ojos, contagiosa humanidad y extraordinaria inteligencia hicieron de su rostro un símbolo y de su nombre un sinónimo del genio. Albert Einstein fue un pionero dotado de una gran imaginación y guiado por la fe en la armonía de la obra de la naturaleza. Su fascinante historia, un testamento del vínculo entre creatividad y libertad, refleja los triunfos y tumultos de la época moderna. Ahora que sus archivos se han abierto completamente, es posible explorar cómo el lado privado de Einstein -su personalidad inconformista, su instinto de rebeldía, su curiosidad, sus pasiones y desapegos- se entretejió con su lado político y su lado científico. Conocer al hombre nos ayudará a comprender las fuentes de su ciencia, y viceversa. Su carácter, su imaginación y su genio creativo se hallaban mutuamente relacionados, como si formaran parte de una especie de campo unificado.
Pese a su reputación de persona distante, en realidad era apasionado tanto en su vida personal como en sus afanes científicos. En la universidad se enamoró locamente de la única mujer que había en su clase de física, una oscura y vehemente serbia llamada Mileva Maric´. Tuvieron una hija ilegítima, luego se casaron y tuvieron otros dos hijos. Ella actuó como caja de resonancia para sus ideas científicas y le ayudó a verificar las fórmulas matemáticas de sus artículos; pero a la larga su relación se desintegró. Einstein le ofreció un acuerdo. Algún día, le dijo, ganaría el Premio Nobel; si ella le concedía el divorcio, él le daría el dinero del premio. Ella lo pensó durante una semana y acabó aceptando. Dado que sus teorías eran tan radicales, habrían de pasar diecisiete años tras su milagrosa producción desde la oficina de patentes para que finalmente obtuviera el galardón y ella cobrara. 
La vida y obra de Einstein reflejan el trastorno de las certidumbres sociales y los absolutos morales que caracterizó la atmósfera modernista de comienzos del siglo xx. Flotaba en el aire un imaginativo inconformismo; Picasso, Joyce, Freud, Stravinski, Schünberg y otros rompían los límites convencionales. Y asimismo formaba parte de esa atmósfera una concepción del universo en la que el espacio y el tiempo y las propiedades de las partículas parecían basados en los caprichos de la observación.
Einstein, sin embargo, no era un auténtico relativista, aunque fuera así como muchos lo interpretaran, incluyendo algunos cuyo desdén estaba teñido de antisemitismo. Por debajo de todas sus teorías, incluida la relatividad, subyacía la búsqueda de constantes, certezas y absolutos. Einstein creía que existía una realidad armónica tras las leyes del universo y que el objetivo de la ciencia era descubrirla. Su búsqueda se inició en 1895, cuando a los dieciséis años de edad trató de imaginar qué sentiría alguien que viajara con un rayo de luz. Una década más tarde tendría lugar su año milagroso, descrito en la carta anteriormente mencionada, que sentaría las bases de los dos grandes avances de la física del siglo xx: la relatividad y la teoría cuántica.
Una década después de eso, en 1915, arrebató a la naturaleza su gloria suprema con una de las teorías más hermosas de toda la ciencia, la teoría de la relatividad general. Como en el caso de la relatividad especial, su pensamiento había evolucionado a través de experimentos mentales. "Imagine que se encuentra en un ascensor completamente cerrado que es objeto de una aceleración a través del espacio", conjeturaba en uno de ellos; "los efectos que sentiría resultarían indistinguibles de la experiencia de la gravedad".
La gravedad, imaginó, era una deformación del espacio y el tiempo, e ideó unas ecuaciones que describían cómo la dinámica de esta curvatura se deriva de la interacción entre materia, movimiento y energía. Ello puede describirse mediante otro experimento mental. Imagine que se hace rodar, por ejemplo, una bola de bolera sobre la superficie bidimensional de una cama elástica. Una vez que esta se haya detenido, haremos rodar unas cuantas bolas de billar. Estas últimas se moverán hacia la bola de bolera no porque esta ejerza alguna atracción misteriosa, sino debido al modo en que hace curvarse el tejido de la cama elástica. Ahora imagine que eso mismo sucede en la superficie tetradimensional del espacio-tiempo. Es cierto que imaginar esto último no nos resulta nada fácil, pero precisamente por eso nosotros no somos Einstein y él sí.
El punto medio exacto de su carrera tuvo lugar una década después de eso, en 1925, y resultó ser asimismo un punto de inflexión. La revolución cuántica que Einstein había ayudado a iniciar se estaba transformando en una nueva mecánica que se basaba en incertidumbres y probabilidades. Ese año hizo sus últimas grandes contribuciones a la mecánica cuántica, pero al mismo tiempo empezó a oponerse a ella. Einstein pasaría las tres décadas siguientes, hasta finalizar con unas cuantas ecuaciones garabateadas en su lecho de muerte en 1955, criticando tenazmente lo que él consideraba el carácter incompleto de la mecánica cuántica, al tiempo que trataba de incorporar esta a una teoría del campo unificado.
Tanto durante sus treinta años de revolucionario como durante sus treinta posteriores de opositor, Einstein se mantuvo constante en su voluntad de ser un solitario serenamente divertido con un confortable inconformismo. De pensamiento independiente, se dejaba arrastrar por una imaginación que rompía los límites del saber convencional. Era una oveja negra, un rebelde reverente, y se guiaba por la fe -llevada con ligereza y con cierto guiño- en un Dios que no jugaba a los dados dejando que las cosas acontecieran por casualidad.
El rasgo inconformista de Einstein era evidente tanto en su personalidad como en sus ideas políticas. Aunque suscribía los ideales socialistas, era demasiado individualista para sentirse cómodo con un control estatal excesivo o una autoridad centralizada. Su instintivo desapego, que tan bien le serviría como joven científico, le hacía alérgico al nacionalismo, al militarismo o a cualquier cosa que oliera a mentalidad gregaria. Y hasta que Hitler le hizo revisar sus ecuaciones geopolíticas, fue un pacifista instintivo que defendió la objeción a la guerra.
Su historia abarca el amplio recorrido de la ciencia moderna, de lo infinitesimal a lo infinito, desde la emisión de fotones hasta la expansión del cosmos. Un siglo después de los grandes triunfos de Einstein seguimos viviendo todavía en su universo, un universo definido a escala macroscópica por su teoría de la relatividad y a escala microscópica por una mecánica cuántica que se ha revelado duradera pese a seguir resultando desconcertante.
Sus huellas impregnan todas las tecnologías actuales. Las células fotoeléctricas y los láseres, la energía nuclear y la fibra óptica, los viajes espaciales e incluso los semiconductores; todo ello tiene su origen en las teorías de Einstein. Fue él quien firmó la carta dirigida a Franklin Roosevelt en la que advertía de la posibilidad de construir una bomba atómica, y su célebre ecuación que relacionaba la energía y la masa flota en nuestra mente cada vez que recordamos la nube en forma de hongo resultante de ella.
El salto a la fama de Einstein, que se produjo cuando las mediciones realizadas durante un eclipse vinieron a confirmar su predicción acerca de en qué medida la gravedad hace curvarse la luz, coincidió con el nacimiento de una nueva era de celebridades, al que también contribuyó. Einstein se convirtió en una supernova científica y en un icono humanista, en uno de los rostros más famosos del planeta. La opinión pública se afanó en tratar de comprender sus teorías, lo elevó a la categoría de genio de culto y lo canonizó como una especie de santo secular.
Si no hubiera tenido aquella desordenada melena y aquellos ojos penetrantes, ¿se habría convertido de todos modos en uno de los rostros científicos predominantes de los pósters de la época? Supongamos, a modo de experimento mental, que hubiera tenido un aspecto más similar al de Max Planck o al de Niels Bohr. ¿Habría permanecido confinado a la órbita propia de su reputación, es decir, la de un mero genio científico? ¿O de todos modos habría dado el salto al panteón habitado por Aristóteles, Galileo y Newton?
Personalmente creo que lo cierto es esto último. Su obra tenía un carácter muy personal, una impronta que la hacía reconociblemente suya, del mismo modo que un Picasso es perfectamente reconocible como Picasso. Dio saltos imaginativos y discernió grandes principios a través de experimentos mentales en lugar de hacerlo a través de inducciones metódicas basadas en datos experimentales. Las teorías que resultaron de ello fueron a veces asombrosas, misteriosas y contrarias a la intuición, y sin embargo contenían nociones capaces de cautivar la imaginación popular, como la relatividad del espacio y el tiempo, E = mc2, la curvatura de los rayos de luz o la deformación del espacio.
A esta aureola venía a sumarse su sencilla humanidad. Su seguridad interior se veía atemperada por la humildad de quien siente reverencia ante la naturaleza. Podía mostrarse despegado y distante de las personas cercanas a él, pero con respecto a la humanidad en general, emanaba una auténtica bondad y una amable compasión.
Sin embargo, pese a todo su atractivo popular y su aparente accesibilidad, Einstein también vino a simbolizar la percepción de que la física moderna era algo que el profano común y corriente no podía comprender, "competencia de unos expertos cuasi sacerdotales", en palabras del profesor de Harvard Dudley Herschbach. No siempre había sido así. Galileo y Newton fueron ambos grandes genios, pero su explicación mecánica del mundo, a base de causas y efectos, era algo que las personas reflexivas podían llegar a comprender. En el siglo xviii de Benjamin Franklin y en el xix de Thomas Edison, una persona culta podía adquirir cierta familiaridad con la ciencia e incluso hacer sus pinitos como científico aficionado.
Dadas las necesidades del siglo xxi, habría que recuperar, si es posible, el interés popular por las empresas científicas. Esto no significa que toda la bibliografía importante deba dedicarse a popularizar una física diluida o que un abogado de empresa deba estar al día en física cuántica. Lejos de eso, significa que la apreciación por el método científico constituye un valioso activo para una ciudadanía responsable. Lo que la ciencia nos enseña, de manera harto significativa, es la correlación entre evidencias factuales y teorías generales, algo que ilustra muy bien la vida de Einstein.
Asimismo, el aprecio por las glorias de la ciencia constituye un rasgo festivo para toda buena sociedad. Nos ayuda a permanecer en contacto con esa capacidad de asombro, propia de la infancia, ante cosas tan ordinarias como las manzanas que caen o los ascensores, lo que caracteriza a Einstein y a otros grandes físicos teóricos.
De ahí que merezca la pena estudiar a Einstein. La ciencia es estimulante y noble, y su búsqueda constituye una misión encantadora, tal como nos recuerdan las epopeyas de sus héroes. Cerca del final de su vida, el Departamento de Enseñanza del estado de Nueva York le preguntó a Einstein en qué creía que las escuelas debían hacer mayor hincapié. "En la enseñanza de la historia -repuso este-, deberían estudiarse extensamente las personalidades que beneficiaron a la humanidad a través de la independencia de carácter y de juicio."5 él mismo entra en esta categoría.
En una época en la que, frente a la competencia global, se da un nuevo énfasis a la enseñanza de la ciencia y de las matemáticas, debemos señalar también la segunda parte de la respuesta de Einstein: "Hay que acoger los comentarios críticos de los estudiantes con un espíritu cordial -añadió-. La acumulación de material no debe asfixiar la independencia de los estudiantes". La ventaja competitiva de una sociedad no vendrá de lo bien que se enseñe en sus escuelas la multiplicación y las tablas periódicas, sino de lo bien que se sepa estimular la imaginación y la creatividad.
Ahí radica la clave -creo- de la genialidad de Einstein y de las lecciones de su vida. De joven estudiante nunca se le dio bien el aprendizaje de memoria. Y más tarde, como teórico, su éxito provino, no de la fuerza bruta de su capacidad mental, sino de su imaginación y su creatividad. Podía construir ecuaciones complejas, pero lo más importante era que sabía que las matemáticas constituyen el lenguaje que usa la naturaleza para describir sus maravillas. Así, fue capaz de visualizar cómo las ecuaciones se reflejaban en realidades; cómo las ecuaciones del campo electromagnético descubiertas por James Clerk Maxwell, por ejemplo, se manifestarían en un muchacho que viajara con un rayo de luz. Como declaró en cierta ocasión, "la imaginación es más importante que el conocimiento".Ese enfoque le exigió adoptar una actitud inconformista. "¡Viva la imprudencia! -le dijo exultante a la amante que más tarde se convertiría en su esposa-. Es mi ángel guardián en este mundo." Muchos años después, cuando otros creían que su renuencia a suscribir la mecánica cuántica demostraba que había perdido su agudeza, él se lamentaba: "Para castigarme por mi desprecio a la autoridad, el destino ha hecho que me convierta en autoridad yo mismo".Su éxito provino de cuestionar la opinión convencional, de desafiar la autoridad y de maravillarse ante misterios que a otros les parecían mundanos. Ello le llevó a adherirse a una moral y una política basadas en el respeto a las mentes libres, los espíritus libres y los individuos libres. La tiranía le repugnaba, y veía la tolerancia no simplemente como una virtud agradable, sino como una condición necesaria para una sociedad creativa. "Es importante fomentar la individualidad -decía-, ya que solo el individuo puede producir las nuevas ideas."Este punto de vista hizo de Einstein un rebelde que respetaba la armonía de la naturaleza, que tenía la mezcla exacta de imaginación y sabiduría para transformar nuestra comprensión del universo. Y estos rasgos son exactamente tan vitales en este nuevo siglo de globalización, en el que nuestro éxito dependerá de nuestra creatividad, como lo fueron a comienzos del siglo xx, cuando Einstein contribuyó a introducirnos en la era moderna.



William Shakespeare fue un hombre genial que escribió saqueando mil fuentes (no le importó la originalidad argumental en exceso) y respetó a Marlow, el único dramaturgo que pudo haberle hecho sombra, de no haber muerto, asesinado, en la primavera de 1593. Sin embargo, por importante que sea o pueda parecernos, Shakespeare, mientras vivió fue sólo “Shakespeare” -un escritor notable, entre otros- no aún “el genio de Shakespeare”. 
Ese “genio” y cuanto implica (nos relata minuciosamente Bate) surge en el siglo XVIII cuando -con el apoyo alemán- Shakespeare se convierte en el “bardo nacional de Inglaterra”. Poco después Inglaterra se convierte a su vez en la primera potencia mundial -política y económicamente- y muy poco después aún, el inglés pasará a ser la lengua universal, por excelencia. Shakespeare (sin duda merecidamente, pero con esas inestimables ayudas) es ya “el genio de Shakespeare”, es decir, no sólo unas cuantas obras maestras (Hamlet, Macbeth, El rey Lear...) sino, además, un entramado de cuestiones histórico-eruditas y un mundo que produce máximas, aforismos, respuestas, imágenes (pictóricas y luego cinematográficas) y finalmente nuevas obras derivadas del original...
 
Sin Shakespeare muchos pintores prerrafaelistas o románticos habrían pintado de otra manera (pensemos en el hermosísimo cuadro de John Everett Millais, Ofelia, o antes en otros lienzos del alemán Fuseli). Los románticos alemanes del Sturm und Drang elevaron a Shakespeare a la categoría de genio apasionado, y desde entonces, cada siglo ha debido hacer sus lecturas distintas del dramaturgo/poeta...
Ludwig Wittgenstein decía sentir “perplejidad” ante Shakespeare. No lo veía como perfecto de tal forma que su grandeza debía residir en ser cual es. Bate titula este capítulo: “¿Cómo demuestro que me gusta un traje de chaqueta? Sobre todo, llevándolo puesto.” Frase de Wittgenstein.
No, William Shakespeare, lógicamente, es menos (por mucho que fuera) que “el genio de Shakespeare”. Y termina Bate haciendo una suposición, a mi entender, parcialmente equivocada. Si España hubiese vencido a Inglaterra (cuando la Invencible, digamos) hoy el papel mundial de Shakespeare lo tendría Lope de Vega y él estaría escribiendo El genio de Lope. Naturalmente, Lope fue más dramaturgo que Cervantes, pero si hay un autor hispánico que puede -y debe- compararse a Shakespeare ese es Cervantes (murieron el mismo día del mismo año) y no Lope, pese a su importancia. Shakespeare, más que un autor, es un universo. Un libro entretenido, lleno de saber y que no agota (falta por lo menos Orson Welles) “el genio de Shakespeare”.

William Shakespeare nació el 23 de abril de 1564 en Stratford-upon-Avon. Era el hijo mayor de John Shakespeare, un comerciante que llegó a tener cargos importantes en la política local. A los 18 años se casó con Anne Hathaway. La novia era 8 años mayor y estaba en avanzado estado de gestación. Se ha especulado con que fue abogado, soldado, marinero, actor o impresor, pero lo único cierto es que dejó Stratford y se unió a una compañía teatral, se fue a Londres y comenzó a escribir. Así nació el Shakespeare dramaturgo y actor. El mito. 



martes, 1 de mayo de 2012

Café con leche project

El presente

Situación: Pasa AHORA.

A - Verbos regulares

Formación:
Verbo en el infinitivo con AR, ER o IR
Elimina        AR/ER/IR
Añade:               +

Personal pronouns
-AR
-ER
-IR
I
Yo
…o
…o
…o
You (1)
…as
…es
…es
He/She/It
Él/Ella
…a
…e
…e
You (formal)
Usted
…a
…e
…e
We
Nosotros/as
…amos
…emos
…imos
You (all)
Vosotros/as
…áis
…éis
…ís
They
Ellos/Ellas
…an
…en
…en
You (formal + pl)
Ustedes
…an
…en
…en

P.ej.
·      HABLAR           hablamos     (we speak)
·      COMER             como            (I eat)
·      VIVIR              vives           (you live)


¡A practicar!
Completa con un diccionario la lista de estos verbos regulares

-AR
-ER
-IR
Amar
To love
Aprender

Abrir

Bailar

Beber

Admitir

Buscar

Comer

Cubrir

Cantar

Cometer
(un error)

Decidir

Comprar

Comprender

Describir

Escuchar

Correr

Descubrir

Esperar

Creer

Discutir

Estudiar

Deber

Escribir

Hablar

Leer

Existir

vetusta morla

Café con leche project


Sálvese quien pueda

Puedo volver, puedo callar,     
puedo forzar la realidad.
Puedo doler, puedo arrasar,
puedo sentir que no doy más.
Puedo escurrir, puedo pasar,
puedo fingir que me da igual.
Puedo incidir, puedo escapar,
puedo partirme y negociar la otra mitad.

Puedo romper, puedo olvidar,
puede comerme la ansiedad.
Puedo salir, puedo girar,
puedo ser fácil de engañar.
Puedo joder, puedo encantar,
puedo llamarte sin hablar.
Puedo vencer, puedo palmar,
puedo saber que sin vosotros duele más.

Puede ser que mañana esconda mi voz
por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor
y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!

Puedo torcer, puedo lanzar,
puedo perderme en la obviedad.
Puedo servir, puedo cansar,
puedo saber que sin vosotros duele más.

Puede ser que mañana esconda mi voz
por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor
y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!

Puedo torcer, lanzar,
perderme en la obviedad.
Servir, cansar,
saber que sin vosotros duele más.

Puede ser que mañana esconda mi voz
por hacerlo a mi manera.
¡Hay tanto idiota ahí fuera!
Puede ser que haga de la rabia mi flor
y con ella mi bandera.
¡Sálvese quien pueda!
¡Sálvese quien pueda!
¡Hay tanto idiota ahí afuera

Every Man for Himself

I'm able to return, I can be quiet,
I'm able to force reality.
I can do harm, I can destroy,
I do know when I've reached my limit.
I'm able to dodge, I'm able to pass,
I'm able to pretend that I don't care.
I'm able to insist, I'm able to escape,
I'm able to split myself and negotiate the other half.

I'm able to break, I'm able to forget,
anxiety can grind me down.
I'm able to get out, I'm able to turn,
I may be deceived easily.
I'm able to piss off, I can be charming,
I'm able to call you without a single word.
I'm able to win, I may bite the dust,
I do know that, without all of you, this hurts more.

Maybe tomorrow I conceal my voice
in order to do it my way.
There are so many idiots out there!
Maybe I make a habit of anger
and, with it, my flag.
Every man for himself!
I'm able to twist, I'm able to throw,
I may get lost in the obvious.
I may be helpful, I may wear out,
I do know that, without all of you, this hurts more.

Maybe tomorrow I conceal my voice
in order to do it my way.
There are so many idiots out there!
Maybe I make a habit of anger
and, with it, my flag.
Every man for himself!
I'm able to twist, to throw,
to get lost in the obvious.
To be helpful, to wear out,
to know that, without all of you, this hurts more.

Maybe tomorrow I conceal my voice
in order to do it my way.
There are so many idiots out there!
Maybe I make a habit of anger
and, with it, my flag.
Every man for himself!Every man for himself!
There are so many idiots out there!